Hoy seguiremos hablando del lenguaje corporal y de los errores que debes evitar cuando estés frente a un auditorio. Pues bien, cruzarse de brazos es un error muy común, al igual que meter las manos en los bolsillos, anula los movimientos y, además, constituye una barrera que expresa actitud cerrada o negativa. Estas son cosas que te perjudican en vez de ayudar. Te adelanto un poco, existen, muchas interpretaciones del lenguaje corporal al hecho de cruzar los brazos, muchas son mitos, pero en general este gesto indica hostilidad siendo también una postura defensiva. Si aparece junto a una sonrisa con los labios tensos o con los dientes apretados y la cara enrojecida podría llegar a escenificar incluso un ataque verbal o físico. El cuerpo también habla, recuerda cuando te has enojado con alguien, o nos quieres ceder a alguna posición, o al revés, cuando tu mismo has estado en conflicto con alguien y esa persona se resiste a escucharte, es muy probable que en esos momentos hayan estado con los brazos cruzados. Existen cursos y especializaciones relacionadas con el tema del lenguaje no verbal, aplicados a innumerables áreas de las ciencias y el conocimiento. Por tanto, evita cruzar los brazos en tus exposiciones no solo para evitar anular tus brazos y manos, sino también para no generar barreras en la comunicación frente a tu auditorio. Otro error que se comete frecuentemente es ubicar las manos en la espalda, este es un gesto que significa autoridad. Considerando esto, es contraproducente que lo uses al momento de hablar en público, ya que no necesitas dar esta impresión, a menos que lo uses en oratoria como la militar. Al contrario, lo que debes buscar es conectar con tus interlocutores, con tu público, que te sientan cercano y que sientan que lo que les brindas es un acto honesto de comunicación. Trata de evitar también poner los brazos en forma de jarra, este gesto refleja agresividad, así como el de cruzar los brazos. Por supuesto, es uno de los menos recomendados para dirigirse a un público, a menos que tengas una intención muy específica. De lo contrario evítalo, recuerda cuando vas a regañar a alguien, o vas a imponer tu punto de vista, por lo general asumes inconscientemente esta postura. Un gesto muy común a la hora de hablar en público es el de la ojiva, de hecho algunos oradores lo recomiendan ampliamente, pues refleja seguridad y positivismo, y es utilizado por muchos especialistas, entre ellos doctores, abogados y docentes. Sin embargo, es bastante negativo para nuestra labor porque deja a quien habla en un estatismo muy notorio y le anula la expresividad natural y rica que tienen manos y brazos. Otro gesto que puede resultar gracioso pero que también es muy común es el del Tiranosaurio, ese que adoptas cuando la gesticulación está muy limitada al centro y las manos se mueven muy poco. También anula mucho la expresividad y nos vemos hasta cómicos, lo que puede hacer que se pierda el interés por lo que comunicamos. Finalmente, otros gestos negativos son, mover solo un brazo y anular el otro, hacer movimientos repetitivos no conscientes o de plano no gesticular nada. Ahora tu labor es identificar los gestos negativos en tus exposiciones y lograr eliminarlos para que cada vez seas mejor orador. Finalmente te recuerdo que cuando te diriges a un público, cualquiera que sea, siempre estarás transmitiendo un mensaje o una enseñanza y por tanto debes buscar ser lo más claro posible. Pero además debes ser generoso con lo que dices, no te guardes conocimiento, no te guardes datos o consejos, vinimos a este mundo a dar lo mejor de nosotros y enseñar, es un acto de generosidad. Nos vemos en la próxima lección. Te envío un fuerte abrazo.