Contenido del curso
Bienvenid@
Hoy te doy la bienvenida a este importante curso denominado: El poder de tus palabras, donde aprenderás técnicas modernas de oratoria, es decir, de hablar en público y relacionarte con los demás. Revisaremos algunos trucos para controlar los nervios al hablar y en general revisaremos los recursos expresivos de la voz para comunicarnos de manera eficiente, coherente, de manera que se te facilite convencer, persuadir y conquistar a tu público.  ¿Qué estás esperando?, nos vemos en clase.
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Un gran poder
Tus palabras tienen poder · Tips para utilizar el poder de tus palabras · Domina tu expresión oral y vencerás · Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
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Material adicional
5 películas que nos enseñan grandes lecciones de comunicación · 8 textos que no puedes dejar de leer · 6 conferencias inspiradoras
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El poder de tus palabras
Acerca de las clases

En la lección anterior hablamos de seguridad, recordamos el consejo del psicólogo francés Émile Coué, que consiste en repetir permanentemente: “soy una persona segura”, “soy una persona segura”, “soy una persona segura”, con el fin de terminar creyéndolo y actuando como tal. Ahora bien, no basta solo con creer que somos seguros: también debemos trabajar con nuestra imagen para que transmita esa seguridad a los demás. Como te decía hace un rato, mucho de lo que has aprendido hasta el día de hoy, aporta a la proyección de tu seguridad. Veamos: El tono de tu voz. En el mundo de los negocios, un tono de voz adecuado es la clave para transmitir seguridad. Es importante que seas escuchado, pero hablar demasiado fuerte podría transmitir prepotencia. Por el contrario, hablar muy bajito podría hacerte perder credibilidad, ¿recuerdas?, ya lo habíamos visto. La dicción.  A la hora de entablar conversaciones con otros, lo mejor es hablar de forma pausada. No pronunciar bien las palabras puede ser un indicador de inseguridad; da la impresión de que no creemos en lo que decimos, y el oyente lo notará provocando que el mensaje se pierda. Tus gestos o la gesticulación. Los gestos son una parte esencial del lenguaje corporal, pues dan pie a un sinfín de malinterpretaciones. Cuando no comprendemos algún tema podemos hacerlo saber con los gestos: abrir mucho los ojos es señal de que no estamos entendiendo, cerrar los labios con fuerza transmite tensión o que tratamos de mantener el control de nosotros mismos. ¿Ves cómo habla tu cuerpo? La Sonrisa. Éste es uno de los elementos más importantes de la comunicación no verbal. Sonreír de manera natural proyecta tranquilidad, confianza en uno mismo y capacidad de socializar. Sonrie, y sonríe abiertamente, sin temor. Gabriel García Marquez, nuestro maravilloso nobel de literatura tiene una frase maravillosa relacionada con la sonrisa: Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa. ¡Que lindo!  Y así es, una sonrisa abre puertas, conecta con las personas, pero además tiene un efecto espectacular, la mayoría de las veces cuando sonríes, lo mas probable es que te devuelvan esa sonrisa, y con ese simple gesto que parece minúsculo podrás alegrarle el día a alguien. ¿Quieres intentarlo?, que tal si mañana cuando estés en un bus del transporte público, o en una fila interminable del banco comienzas a repartir sonrisas. Pero sonrisas verdaderas, sonrisas auténticas, de cordialidad y amabilidad. Quizás muchos piensen que eres demente, pero a muchos podrás aliviarle el corazón, dalo por hecho. Ahora bien, ten cuidado con una sonrisa falsa o forzada, pues transmitirás precisamente eso, falsedad. Otro elemento que aporta a tu seguridad es la manera como saludas.  Cuando llegues a un lugar es imprescindible saludar a todos los presentes, los conozcas o no. Acércate, preséntate y ofréceles tu mano. Sin aspavientos demuestra que estás ahí y toma tu lugar, no solo proyectarás seguridad sino despertarás el interés en ti por parte de los presentes. La postura. Cuando te dirijas a alguien, míralo siempre a los ojos. Lo mismo cuando alguien más se dirija a ti. Evita mirar al suelo o a algún punto perdido en el espacio. En las exposiciones es igual, no creo en esa teoría de mirar al fondo del escenario o en un punto ciego para evitar el nerviosismo, al contrario, lo que debes hacer es conectar con las personas, que ellas sientan que les estás hablando directamente. Sentarte de manera erguida transmitirá seguridad también. Por el contrario, ver hacia el suelo o doblar los hombros te hará ver como una persona que no cree en sí misma. Ten cuidado con eso. Cuando te sientes, siéntate erguido y evita moverte cada dos segundos. Mover los pies, las manos o cambiar constantemente de posición transmite inseguridad y nerviosismo. Al caminar modera tus pasos. Una persona que camina muy rápido puede parecer desesperada, asustada o estresada. Una persona segura camina derecho y con buen ritmo. Asegúrate de usar ropa limpia, bien combinada y acorde con la ocasión. Evita los accesorios llamativos: no querrás que éstos se roben la atención de tus interlocutores. Lo importante es tu mensaje, no lo que llevas puesto. Finalmente, recuerda siempre buscar la congruencia entre lo que eres y lo que transmites. La imagen debe ir de la mano con las capacidades que se poseen, de ahí la necesidad de aprender a mostrar esto a los demás por medio del manejo correcto de la imagen, de la persona maravillosa y valiosa que eres. Nos vemos en la próxima lección. Te envío un fuerte abrazo.

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