Contenido del curso
Bienvenid@
Hoy te doy la bienvenida a este importante curso denominado: El poder de tus palabras, donde aprenderás técnicas modernas de oratoria, es decir, de hablar en público y relacionarte con los demás. Revisaremos algunos trucos para controlar los nervios al hablar y en general revisaremos los recursos expresivos de la voz para comunicarnos de manera eficiente, coherente, de manera que se te facilite convencer, persuadir y conquistar a tu público.  ¿Qué estás esperando?, nos vemos en clase.
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Un gran poder
Tus palabras tienen poder · Tips para utilizar el poder de tus palabras · Domina tu expresión oral y vencerás · Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
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Material adicional
5 películas que nos enseñan grandes lecciones de comunicación · 8 textos que no puedes dejar de leer · 6 conferencias inspiradoras
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El poder de tus palabras
Acerca de las clases

El tono de voz imprime un sello a la forma que una persona emplea para comunicarse con el mundo. Aunque un interlocutor no sea un experto en el tema, recibe inconscientemente una serie de mensajes a través de la voz del otro. Esos mensajes le dan forma a la imagen que tiene sobre la otra persona. El tono de la voz también comunica la clase de relación que se quiere tener con alguien. Si es frío y cortante, impone distancias. Si es cálido y susurrante, invita al acercamiento. Por el tono de la voz se define el tono del vínculo, pero también del estado de ánimo y de la intención de lo que quieres comunicar. Por ejemplo, no utilizas el mismo tono de voz para felicitar, llamar la atención o regañar a alguien. Recapitula un poco, y recuerda el tono de voz que utilizas para pedir un favor, o para conquistar a alguien. Seguramente será dulce, pausado y delicado en general. Pero si te encuentras con algún grado de estrés, de mal genio o contrariado, seguramente el tono de voz cambiará y será más fuerte. Sentir lo que decimos para poderlo transmitir no es realmente un secreto, el problema es que, cuando se nos enseñó a hablar, muchos comprendimos que era más importante lo que se decía, que el cómo se decía. Pero la verdadera alma de las palabras se llama emoción, hablar no debería de ser algo nada más para comunicar algo, sino la acción para nutrir el sonido de espíritu, y darle vida, buscando siempre generar emociones positivas en quienes nos escuchan. Cuando hablamos, reflejamos mucho de lo que llevamos en el interior, de lo que sentimos, de lo que percibimos. Y siempre debemos buscar que lo que sentimos sea acorde a lo que decimos, para evitar dolor, tristezas y malos entendidos. Una palabra bonita con un mal tono genera incoherencia y confunde al interlocutor. Y recordemos siempre que nuestros interlocutores primarios son nuestro círculo familiar cercano, es decir, a quienes más amamos. Es por eso que debemos tratar de ser impecables con las palabras, busquemos ser creativos. Esa creatividad fluye motivada precisamente por la emoción. Si aún lo dudas, recuerda todo lo que dices y escribes cuanto te estás enamorando, ahí surgen todas las palabras bonitas, amorosas, dirigidas a quien tanto te gusta. Porque evidentemente el amor es el motor de todas las emociones. Por qué crees que los motivadores te piden que encuentres lo que amas, que identifiques todo lo que te motiva a ser mejor, pues lo que te están pidiendo realmente es que ames tanto lo que haces para que toda la creatividad y emoción sean el combustible para lograr los objetivos. Hoy te invito a que ames cada vez más el poder comunicarte, pero comunicarte para sumarle a los demás, para acariciar con la palabra, para enseñar y ser cada día una mejor persona. Nos vemos en la próxima lección. Te envío un fuerte abrazo.

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