¿Entras en pánico cada vez que tienes que salir a hablar delante de un público, al hacer una exposición o presentar una entrevista laboral?, ¿Te quedas en blanco sin saber qué decir? No te preocupes, sufres de miedo escénico y no eres la única persona que lo padece. El miedo escénico es un proceso de ansiedad que surge en las personas a la hora de hablar delante de mucha gente. Se considera una respuesta defensiva del organismo caracterizada en los niveles cognitivos (de lo que sabes y conoces), fisiológicos (de lo que le sucede a tu organismo) y conductuales (de la manera cómo lo asumes y reaccionas). Entre algunos de los síntomas que presenta este proceso, se encuentran los fallos de memoria, una sudoración excesiva, tartamudeos y ruborización, especialmente en el rostro. Científicamente se conoce como glosofobia. Según Cheryl Hamilton, Profesora en comunicación del Tarrant County College, en su libro “Comunicando con resultados”, el 95% de la población sufre de ansiedad en mayor o menor grado cuando tiene que dirigirse a un grupo de personas, así es, no estás solo. Aún más extraño es el hecho que muchas de estas personas pueden bailar o cantar ante una audiencia, siempre y cuando no le dirijan palabras directamente al público. No se si lo sabías, pero esto mismo le pasa a la exitosa cantante británica Adele y al cantante lírico Andrea Bocelli, busca sus entrevistas en internet, y verás que ellos mismos afirman que no han podido superar el pánico escénico, simplemente lo mantienen bajo control. ¿Y cómo se logra esto?, primero preparándote y adquiriendo experiencia, pues así tendrás cada vez más herramientas y aptitudes para controlar tu miedo escénico. También en internet encontrarás muchos consejos para dominarlo, hoy he recopilado siete tips para que practiques y contrarrestes esta condición. Tip número uno: prepárate. Deja de pensar siempre que las cosas van a salir mal. Si dominas el tema, si conoces los recursos expresivos de tu cuerpo y de tu voz, si sabes en qué lugar será la exposición y cuál será el público, ¿a qué le temes? Una presentación extraordinaria comienza por la pasión por el tema que vas a tocar; eso y nada más. Algunos creen que la pasión por el tema es lo que te lleva a profundizar en el estudio del mismo, pero la verdad es al revés; en la medida que investigas un tema, sus fuentes, protagonistas, historias laterales, hechos curiosos, estadísticas e implicaciones, te gustará más y más. Y lo dominarás cada vez mejor. Asegúrate de contar con suficiente información actualizada -de diversas fuentes- como para que tu cerebro pueda estructurar una idea general del tema, condición crucial para poder proyectar un tema con seguridad en un discurso. Una cosa es exponer sobre algo que tienes idea y otra muy distinta que hables sobre el tema que te apasiona y dominas. Tip número dos: Fragmenta la presentación. Si te dicen que debes hacer una exposición de veinte minutos, te estresas pensando en el tiempo, en los minutos que pasarán leeeeeeeeentamente. Pero ¿Qué pasaría si esos mismos veinte minutos los divides en pequeños bloques de dos minutos y medio?, ¿o de cinco minutos?, tendrías ocho o cuatro bloques de información, fáciles de distribuir a lo largo de tu presentación. Recuerda siempre que lo ideal no es que el miedo se vaya, sino que tengas el control precisamente para que no pierdas energía pensando en lo que podría salir mal. Tip número tres. Respira bien. Inhala y exhala tranquila y armónicamente. Para dominar el terror que sientes cuando te enfrentas a un público de extraños, es importantísimo desarrollar tu respiración diafragmática. ¿Recuerdas cuando hablamos de respiración consciente?, pues es eso. Se trata simplemente de respirar profundamente inflando la barriga y no el pecho. ¿Recuerdas que la forma de tus pulmones es más amplia en la parte de abajo? pues si sólo inflas el pecho estamos desperdiciando casi un 60% de capacidad respiratoria. ¿Y qué estás sacrificando? Oxígeno, que alimenta a tu cerebro y aire que te permite hablar. Tip número cuatro. Utiliza bien las ayudas tecnológicas. En estos días es posible acompañar cualquier exposición con una presentación digital, ya sea en powerpoint o en otro software similar. Pero hacer una presentación que cumpla con las normas básicas de la funcionalidad estética parece que escapa al criterio de muchos, pues generalmente vemos despliegues de figuritas, animaciones y colores que más que atraer la atención del público lo que hacen es desviarla. Te recomiendo evitar las animaciones; Ciertamente llaman la atención, pero NO quieres que los ojos del público estén en la figurita, sino en ti. Usa una gama de colores limitada: es un error común colocar muchas figuras de muchos colores, pensando que así la presentación se verá más “impactante”, pero es precisamente lo contrario. Eso distrae y aburre al público. Coloca información puntual, la idea es que la presentación digital te apoye, no vas a llegar a leer un texto gigante en una diapositiva. Una presentación diseñada profesionalmente les inspirará confianza y seguridad. Tip número cinco. Es el más corto y a la vez el más importante. Practica. Así creas que te las sabes todas. Practica. Frente al espejo, delante de tu hermana, de la abuelita. Practica siempre y sigue practicando. No creas que los motivadores profesionales y los políticos, por más experiencia dando discursos que tengan, no hacen esto también. Tipo número seis. Llega con antelación a tu escenario. Llegar temprano te permite apropiarte del espacio, practicar movimientos, es más, podrías inclusive recibir al público, así tienes contacto directo con ellos antes de la exposición y te sentirás más a gusto reconociendo que son personas exactamente iguales a ti. Siéntete dueño de esa sala vacía; eso te programará positivamente para tu discurso. Asegúrate de llegar temprano, si es posible antes que todos, para probar todas las herramientas que necesitarás; computador, videobeam, diapositivas, sonido, etc. Y Tip número siete. Consigue aliados en el público. Preferiblemente en diferentes lugares del auditorio, uno a la derecha, otro en el centro y otro a la izquierda. Comienza hablándoles a ellos. Si no te dan confianza busca otros tres. ¿Esto para que sirve?, primero para romper el hielo y sentir que estás conectado con tu público, segundo para que el público sienta esa conexión contigo y tercero, porque si estás dirigiendo la mirada a todo el público adquirirás confianza sobre el auditorio. Olvida eso de mirar al fondo del auditorio, esa técnica puede funcionar para quien expone pero no para quien escucha. Olvídala y comienza a trabajar para utilizar la fuerza de la palabra en cada una de tus presentaciones. Vencer el pánico escénico no es tarea fácil. Pero puedes hacerlo si comprendes tu propia psicología y descifras lo que hay detrás de ese miedo. Pero para eso, debes comenzar por comprender tu propia inteligencia emocional. Tus sentimientos. La forma como los expresas y cómo aprecias los de los demás. Ése es el primer paso. Te envío un fuerte abrazo. Nos vemos en la próxima lección.
Video complementario (enlace a contenido externo)
Te invito a ver la charla TED: “Cómo vencí el miedo escénico” con Joe Kowan, músico y diseñador gráfico con sede en Boston que ha estado luchando contra el miedo escénico desde que comenzó a escribir canciones a los 27 años.
Video – “Cómo vencí el miedo escénico”, Joe Kowan.